Conocido a veces como algodón encerado, el algodón Japara se desarrolló por primera vez como una forma de hacer más resistentes las capas de lona para su uso en la industria naval a mediados del siglo XIX. Con el paso de los años, su proceso de producción se fue perfeccionando y, posteriormente, se fueron desarrollando diferentes usos del tejido, como por ejemplo ropa impermeable para las fuerzas armadas durante la Segunda Guerra Mundial o los primeros trajes de motociclismo en 1930.

Curiosamente, también se ha convertido en un tejido muy solicitado para fundas de colchón, fundas de almohada y fundas nórdicas. Esto se debe a que el confinado entramado del tejidoo de la tela de algodón Japara puede evitar eficazmente que las puntas afiladas de las plumas, las diminutas plumas de ganso o las finas fibras de lana atraviesen la funda del edredón o de la almohada, minimizando así alguna posible reacción en personas alérgicas.